Ese Gran Final... Kingdom Hearts III

Derrotados todos los miembros de la Organización XIII, debe producirse un último enfrentamiento entre Sora y Xehanort para generar la Llave Espada χ y alcanzar Kingdom Hearts. Sora, que no es tonto, se niega a combatir, así que Xehanort mata a Kairi para, literalmente, motivarle.

Es una situación complicada, que duda cabe. Tienes que derrotar al malo, pero si lo haces, le ayudas a completar sus planes. Está claro que no es una disyuntiva fácil de resolver, a mí tampoco se me ocurre ninguna forma de sacarlo adelante de forma ingeniosa y acertada, así que no les puedo decir nada por recurrir al más antiguo de los métodos, como es hacer daño a la chica de la que el prota está enamorado.

Sora cae en la provocación (como nos pasaría a cualquiera) y se lanza al ataque. Un simple choque de espadas sirve para cumplir los requisitos y generar la decimotercera llave espada No Name.

¿Y ya está? ¿En serio? Yo pensaba que se tenía que dar el enfrentamiento completo, con un vencedor y un perdedor. Si bastaba con esto, era muy fácil. Dicen mucho eso de que dos no pelean si uno no quiere, pero si alguien viene a darte una paliza gratuitamente, te tendrás que defender, ¿no? Ahora ya sí que pienso que era totalmente innecesario matar a Kairi.

Junto a Sora, Riku y Mickey también se lanzan al ataque. Se produce un breve enfrentamiento, pero Xehanort se sirve de la magia Paro, anulando los movimientos de sus adversarios, para así tener tiempo de forjar, esta vez de verdad, la Llave Espada χ.

Para tratarse de la llave espada definitiva, capaz de dar acceso y control a Kingdom Hearts, el diseño deja mucho que desear. Tan solo son dos llaves espada Cadena del Reino cruzadas con un adorno a los lados y un filo común en la punta. Ya no sólo es que el Arma Artema sea mil veces más bonita, es que armas normales de este juego, como la de Frozen o la del Olimpo, también le dan mil vueltas, sin olvidar tampoco, la clásica Prometida, que siempre es una referencia en este aspecto.

Xehanort corrompe Kingdom Hearts de oscuridad, y pasa una cosa muy curiosa. La oscuridad del cielo es absorbida y se hace de día xD

Sora siente que han perdido, pero Riku y Mickey desvelan un dato importante. Durante el Kingdom Hearts 3D Dream Drop Distance, el Xehanort joven confirma a Riku que tiene la capacidad de moverse a través del espacio y del tiempo. Algo que yo creo que no hacía falta ni confirmar, ya lo sabíamos de hace milenios, pero bueno, Riku y Mickey proponen utilizar esa habilidad contra él y llevarle a otro mundo.

Al tener esa capacidad, deducen que su cuerpo debe funcionar del mismo modo que cualquiera de los portales que han estado usando para viajar a los mundos de Disney, así que hacen la prueba. Disparan con la llave espada como si fuesen a viajar a otro mundo, y funciona.

¿Lo malo? No hay reto ninguno. Xehanort es alcanzado sin darse cuenta, porque se había quedado obnubilado mirando Kingdom Hearts, y se había olvidado de que debajo había diez personas queriendo reventarle. 

Este es el principal problema que tiene el juego, y por desgracia, persiste en su final. Aunque lo que ocurre responde a las dudas y objetivos que tiene el argumento del juego, las cosas ocurren de una forma tan rápida, poco elaborada y rematadamente simple que no te deja satisfecho, y en algunos puntos, como en el caso que nos encontramos, ni siquiera resulta creíble. ¿Qué coño hacía el malo, ahí parado en el aire, dando la espalda a sus enemigos? Es que así no hay manera...

El portal se abre. Sora, Donald y Goofy entran, mientras que los demás devuelven la luz  Kingdom Hearts. Ahora, la pregunta del millón. El portal, ¿a dónde nos lleva? Pues al mundo que aparece en el prólogo y que no habíamos tenido todavía la oportunidad de visitar. Scala ad Caelum.

Sin lugar a dudas, es un mundo precioso. Se nota a la legua que está basado en las islas griegas, sobre todo en Santorini, pero magnificado, con casas cubriendo toda la ladera de la montaña. Si este va a ser el escenario de la batalla final, desde luego es inmejorable.

Sora, Donald y Goofy se adentran en la ciudad. No tardan en ver a Xehanort. El problema es que lo ven por todas partes. Hay muchos. De pronto, uno de ellos se transforma, adquiriendo una apariencia que recuerda mucho a Ichigo en su forma Hollow. Tiene hasta los cuernos y todo xD

Aunque no se explica expresamente, se entiende que son 13 precisamente porque Xehanort utiliza al resto de miembros de la Organización XIII como contenedores para replicarse a sí mismo.

Todos los Xehanort terminan adquiriendo la misma apariencia. Tranquilamente, se van reuniendo en el aire, y acaban rodeando a Sora, Donald y Goofy. ¡Es la hora del combate!

Me vais a perdonar, pero voy a tener que seguir con las referencias a Bleach un poco más. Este combate da una sensación muy similar a enfrentarte a Ichigo, solo que en vez de ser un tío que se mueve tan rápido que parece que hay varios, es que son varios de verdad.

Pero eso, es el mismo rollo. Enemigos que atacan poco, pero que se mueven muy rápido, desaparecen, reaparecen, tienes que andar persiguiéndolos, y con la sensación de que van todo el rato por delante de ti.

Entrando ya en el sistema de combate, comenzando por las armas, todas las de mundos Disney y algunas de las clásicas tienen shikkai y bankai (es la última referencia ya, lo prometo xD). Hay un barra de límite que se carga luchando. Primero libera el shikkai del arma y luego el bankai. La única (mínima) dificultad que existe es que para cargar el bankai debes hacerlo dentro del tiempo límite que dura el shikkai. 

Por supuesto, hay arma final, y mi intención era traerla, pero por desgracia, a pesar de que puedes reunir todos los ingredientes necesarios para fabricarla, no puedes conseguir la receta antes de terminar el juego, ya que requiere materiales que sólo están en batallas que se activan tras el final. Por tanto, el arma final se considerará post game y no se tendrá en cuenta en el análisis.

Aún así, realmente la pérdida es poca, porque hay armas de todas las formas y estilos entre las normales, y lo más importante, todas se pueden mejorar para ser competitivas incluso en los últimos compases de la aventura. Además, intentan representar los elementos más importantes de cada película. Por ejemplo, el shikkai del arma de Piratas del Cariba es el timón del barco, y el bankai, la vela.

Y además de las dos transformaciones de cada arma, cada una con sus ataques y movimientos propios, todos los bankais tienen un ataque final como remate. No me voy a poner a grabar todos, porque lo suyo sería haber podido poner el del arma final, pero al menos os dejo el de Frozen, que emula el momento en el que Elsa construye el castillo de hielo (con el pisotón y todo xD), y remata con la lámpara de hielo que también construye en la canción. A mí este tipo de detalles me encantan :)

Con eso terminamos con las armas, pero lo divertido es que la barra de límite carga más cosas. Además de las transformaciones de las diferentes llaves espada, también te puede generar una magia a nivel máximo, que encima no conlleva gasto alguno de MP, te puede generar un ataque combinado con Donald o Goofy (o con el prota del mundo Disney correspondiente).

También tenemos atracciones de un parque temático usadas como ataque en un JRPG. No sé a quién se le ocurrió ni cuanto le pagan pero es poco xD El barco pirata, las tazas locas, el tiovivo, ¡hay hasta una de agua! También hay atracción final, que es la montaña rusa, pero lamentablemente no se puede usar libremente, es obligatoria en una escena concreta del juego que seguramente nos tocará comentar más adelante.

Lo malo que tienen las atracciones es que tienen bloqueos por mundos. En cada mundo te salen un par, a veces ni eso, y a menos que cambies de mundo no puedes hacer nada por usar las demás. Para que te salgan, un enemigo sale rodeado de un icono especial y al golpearlo, podemos usar la atracción. Por desgracia, de momento no ha salido ninguna vez. Igual hay suerte y en el siguiente combate nos dejan.

Con eso terminaríamos con todos los elementos que tienen que ver con la barra de límite, pero, ¡sigue habiendo más cosas! Ya que en este juego no tenemos las fusiones de Sora con Donald y Goofy de Kingdom Hearts II, por lo menos, han querido implementar algunos elementos del combate de otros juegos para enriquecerlo todavía más. El primero es el tiro certero de Birth by Sleep.

La mecánica es la misma, apuntas con la mirilla a cuantos objetivos te permitan y luego atacas a distancia a todos a la vez. Al igual que en el Birth by Sleep, la animación cambia en función de si consigues apuntar al número máximo de enemigos permitidos dentro del tiempo límite, pero es que además, tanto el número de objetivos como el ataque en sí, también cambian en función del arma que lleves, aumentando todavía más la diversidad de movimientos del juego. 

El segundo son los flowmotion attacks de Dream Drop Distance. En este caso no hay diferencia frente al juego original. Puedes utilizar las paredes para moverte con velocidad hacia los enemigos, emboscándoles y atacando con un remate para finalizar el combo. Aunque en este juego la mayoría de los escenarios son en espacios abiertos, en Scala ad Caelum hay varias calles en las que se le puede sacar partido.

Por último, cuando te queda poca vida, de manera aleatoria puedes conseguir un comando de activación que te transforma en el Sora oscuro de Re:Coded. Esta transformación te rellena toda la vida, pero la gracia está en que puedes aumentar su poder a cambio de sacrificar parte de tu barra de vitalidad. Si lo haces suficientes veces, termina apareciendo un comando que activa un ataque final con unos fuegos artificiales oscuros.

Con eso cerraríamos todo lo que puede hacer Sora, pero, ¡queda algo más! ¡Las invocaciones! Se van desbloqueando según avanzas la historia y funcionan como un hechizo. Simplemente hay que esperar a que se recargue la barra para poder volver a utilizarlas. Esta vez voy a poner todas (menos la primera que es el Dream Eater de 3DS, y no lleva cambio alguno), porque no hay invocación final y porque son todas una pasada. Incluyen movimientos combinados con Sora y ataque final. 

Volviendo ya con el enemigo, además de moverse rápido, desaparecer y tal, también tiene ataque especial. Es del mismo estilo que cualquier ataque especial de los que hemos hablado que podemos hacer nosotros. No se limita a una simple cinemática, sino que lo mezcla con la jugabilidad. Primeros nos empiezan a caer rayos de energía por todas partes, y terminamos con un ataque combinado ineludible de todos los Xehanort atacando al mismo tiempo.

El combate tiene battle theme propio, llamado Replicas. Aunque tiene coros apocalípticos, son soportables, pues actúan más como acompañamiento que como elemento principal de la canción. El resto es bastante disfrutable y muy del estilo de la saga.

Terminado el primer combate, Xehanort vuelve a su forma original y nos revela que Scala ad Caelum es el nexo del que nacen todos los mundos. Estaría bien que diesen más detalles sobre el mundo en sí en lugar de soltar esa frase y ya está. Lo poco que sabemos viene por el juego de móviles que casi nadie ha jugado.

Acto seguido, Xehanort absorbe la oscuridad que componía a todas sus réplicas, adoptando una nueva forma. Bueno, vamos mejorando. Ya está empezando a tener menos pinta de personaje de Bleach a más pinta de monstruo sacado del Shin Megami Tensei xD

Con su nueva transformación, Xehanort hace gala de su poder, manipulando el espacio en la ciudad, poniendo todo patas arriba (literalmente). El mar queda ahora en el aire, que oculta parcialmente la luz del sol, y la ciudad queda sumida en las sombras, y con toda su estructura modificada.

Comienza un nuevo combate, esta vez ya uno contra uno, sin tonterías. Xehanort es claramente más agresivo que cuando nos enfrentábamos a sus réplicas, aunque la sensación del combate sigue estando lejos de lo que entiendo por un combate final. 

Al menos, esta vez me han dejado activar una de las atracciones, la nave láser. Es la peor, porque es la única que no tiene ataque final, pero bueno, antes era nada. A ver si hay suerte y luego salen más...

De pronto, Xehanort entra en cólera, y comienza a invocar columnas de fuego por todas partes. Además, una de ellas no se desvanece a los pocos segundos, sino que aguanta ahí en mitad del escenario un buen rato, mientras Xehanort aprovecha para atacar desde su interior.

A mitad del combate, Xehanort vuelve a modificar el espacio. Ahora, el mar queda en el suelo y la ciudad en el cielo, por lo que Sora, Donald y Goofy se precipitan a las profundidades del agua, donde continúa el combate.

Esta es sin duda la peor parte de todas, porque al estar sumergido, el combate se limita a un único combo con la espada que es igual sin importar cual lleves, anulando todas las bondades del sistema de combate que hemos comentado anteriormente.

Por su parte, Xehanort tira mucho más de hechizos (más todavía quiero decir jaja) en esta etapa. Sigue con las columnas de fuego, que ahora son invocadas a tu alrededor y te van encerrando, y también las combina con lluvias de proyectiles.

Poco después, volvemos a cambiar de escenario. Salimos de nuevo a la superficie, pero la ciudad ya está en ruinas, así que la última fase del combate se desarrolla íntegramente en el aire, completando así una fase en cada superficie posible. Realmente, salvo ese detalle, no hay mucho más que añadir, el combate sigue en la misma línea que en las fases de suelo y agua, salvo que ahora de vez en cuando te agarra y te lanza contra el suelo.

Todo este combate también tiene battle theme propio, llamado Critical Crossroads, que es incluso mejor que la anterior, porque no tiene nada de coros apocalípticos, es todo instrumental :)

Al finalizar el combate, pensaba que ya habíamos terminado el juego, pero no. Solamente conseguimos romper la armadura de Xehanort, que recupera su aspecto original.

Rápidamente, huye del combate hasta el punto más alto de la ciudad. Por suerte, no tenemos que subir nosotros andando, la escena ya se encarga de hacerlo por nosotros. Allí, Xehanort finalmente invoca la χ para enfrentarse a Sora. Vale, esto ya definitivamente es el último combate.

Anda, como mola. Cuando Xehanort ataca, se va teletransportando con cada movimiento y siempre surge su figura de un portal con la forma de un candado. Ideal jaja

La primera mitad del combate es de calentamiento. Salvo los combos normales, no hace mucho más. Lo interesante viene cuando crea una plataforma de luz que se eleva, y además invoca Kingdom Hearts para potenciar sus habilidades.

Ahora sí, esto ya sí se siente como un verdadero combate final. Xehanort comienza a lanzar hechizos de todo tipo, e incluso algunos de ellos multielementales. Además, ahora tiene la capacidad de absorber la luz del corazón de Sora, haciendo que se transforme en su versión oscura del Re:Coded.

Esta transformación está muy bien cuando la haces tú, pero que te obliguen a usarla es un gran problema, ya que no puedes curarte mientras está activa. Ahora, no podemos usar ni el bonus de ataque a cambio de sacrificar vida, ni tampoco el ataque final de los fuegos artificiales oscuros.

Para colmo, nuestros ataques no causan daño a Xehanort. Nuestro objetivo ahora es recuperar nuestra luz por medio del combate, cargando la barra de límite. Lo que no me esperaba para nada es que al conseguirlo, se activase un ataque especial exclusivo de este combate.

Parece que recuperamos la luz robándosela a Xehanort, porque ahora es él el que se ha vuelto oscuro. El escenario ha cambiado, mostrando los tronos de la famosa sala de reuniones de la Organización XIII, y desde allí, las réplicas vuelven a aparecer para atacarnos en oleadas.

Por supuesto, este combate también tiene battle theme propio, llamado Dark Domination. Es del mismo estilo que el primero, tiene coros apocalípticos, pero Yoko Shimomura tiene talento suficiente para introducirlos sin arruinar la canción. Es algo que todo el mundo se empeña en intentar, pero que casi nadie saber hacer.

Cuando Xehanort está a un toque de morir, vuelve a impregnar Kingdom Hearts de pura oscuridad, y utiliza ese poder para alimentar su espada y lanzar un rayo mortal contra Sora.

Sora se cubre con la espada para evitar el fatal desenlace, pero por desgracia para él, no es suficiente. El rayo logra romper su guardia, ¡¡y le mata!!

Una vez más, el poder de la amistad y el poder del guion juntos, hacer que Sora viaje unos instantes al pasado para evitar la muerte. Ahora uniendo los poderes de Donald y Goofy a los propios, logra desencadenar un rayo de luz capaz de contrarrestar el ataque de Xehanort y asestarle el golpe de gracia.

Vaya mierda... Ya de por sí es un recurso manido y que perjudica a la propia historia, pues envía el mensaje de que el personaje no es capaz de sacar adelante los retos propuestos, a pesar de todas las pruebas y todos los entrenamientos a los que ha sido sometido en el pasado, pero si ya lo usas dos veces en el mismo juego es que tienes menos habilidad para escribir guiones que el autor de Capitán Tsubasa, y que no te importa lo más mínimo la calidad del producto que vas a vender.

Vamos con el ending. A pesar de haber perdido el combate, Xehanort se siente victorioso, porque ha logrado activar Kingdom Hearts, que luce ahora con un tono ananranjado. Ahora, podrá cumplir su objetivo de reiniciar el mundo, pues el actual no tiene futuro con tanta oscuridad.

Ah, pobrecito, que encima, en el fondo, tenía buenas intenciones, es un buen tipo... Sin comentarios... u_u

El resto de personajes logran abrirse paso hasta Scala ad Caelum. Los personajes del Birth by Sleep vuelven a ver a su antiguo maestro después de diez años, y sus rostros expresan las palabras que se quedan en sus mentes. Como cabría esperar, Terra intenta llegar a las manos, pero algo lo detiene. Su cuerpo comienza a iluminarse, y descubrimos que, ¡en su interior se hallaba el espíritu del Maestro Eraqus!

Eraqus se acerca a su antiguo compañero. Y tras intercambiar un par de frases, así, de un momento a otro, Xehanort, acepta de buenas a primeras entregar la Llave Espada χ a Sora, renunciando a todos sus objetivos, a pesar de que incluso había activado ya el proceso de reinicio del mundo.

Sé que toca despotricar un poco, pero es que esto no es todo. Eraqus y Xehanort se abrazan, comienzan a reír, y recuperan sus formas adolescentes, un instante antes de que sus cuerpos se descompongan, y sus espíritus asciendan al cielo.

Lo que hay que ver... Un tío que acaba de matar a Kairi, que mató al propio Eraqus (le da el golpe de gracia tras herirle Terra), que poseyó a Terra, que provocó que Ventus y Aque quedasen encerrados durante diez años en distintos sitios, que creó una organización para utilizar a sus miembros como contenedores de la oscuridad de su corazón, y un largo etcétera... vas ahora, y así, sin más, lo olvidas todo y te echas unas risas con él, porque erais amigos en la adolescencia y eso es lo verdaderamente importante, ¿verdad? Los vínculos... Si ya el final tenía serias carencias, con esto lo acaban de rematar...

Continuemos. Con la Llave Espada χ en su poder, Sora, apoyándose en todos los demás personajes, devuelve Kingdom Hearts a su estado original, anulando el reinicio del mundo.

Ha quedado bien la foto, pero sin Kairi, y sobre todo, sin Naminé, está muy descuadrada. No sé por qué no la han resucitado a ella también, si es el mismo método que Roxas, buscar un contenedor para su alma...

Arreglado todo, vuelven al Cementerio de Llaves Espada, donde cada uno decide su nuevo camino. Sora sorprende al informar de que parte en busca de Kairi, y que además lo hará solo, rechazando la oferta de Donald y Goofy de acompañarle. 

Damos paso a la escena final, donde vemos la merecida vida de feliz de todos los personajes que han sufrido tanto durante toda serie de títulos. También vemos a Ventus adoptar un Chirithy, y también vemos que finalmente consiguen resucitar a Naminé, que abre los ojos y descubre a Riku, que ha venido a buscarla para iniciar un viaje juntos.

Por último, vemos una escena en la que Kairi y Sora se encuentran en las Islas del Destino contemplando un atardecer. Parece que Sora ha encontrado por fin a Kairi y están disfrutando de su tiempo juntos, pero enseguida nos muestran que Sora era una ilusión. Kairi sigue sola y tendremos que encontrarla. Fin.

Sabemos que no hemos terminado. Falta la escena secreta, un clásico. Vamos a verla.

La Llave Espada No Name desciende desde el firmamento. Se clava en el suelo. Luxu la recoge. Recordemos que esta espada es muy importante, porque lleva el ojo que permite al Maestro de Maestros ver el futuro.

Cuatro de los cinco personajes enmascarados de Back Cover hacen acto de presencia. Después de tanto tiempo, al fin, su compañero perdido les ha pedido reunirse de nuevo, pero no le reconocen.

Para disipar las dudas, Luxu se quita la capucha, revelando que en realidad es, ¡Xigbar!

Ya decía yo que me sonaba el seiyuu... Estaba seguro de que había escuchado esa voz antes en algún lugar. Pero por supuesto, pensaba que me sonaba de algún otro juego japo o de una serie. No se me pasó por la cabeza que pudiera sonarme de Kingdom Hearts...

Luxu/Xigbar asegura que es él, pero que ha pasado por varios cuerpos y por eso su aspecto es distinto. Como en Back Cover no le vimos nunca sin la capucha, no podemos opinar...

Sus compañeros se hartan tanto secretismo y le piden que explique cual es su misión. Durante Back Cover, conocimos la misión que encomendó el Maestro de Maestros a los cinco enmascarados, pero no a Luxu. Por supuesto, no lo vamos a saber. Simplemente echa la vista hacia la caja negra que le acompaña, y se acabó.

Después, sale una escena con Eraqus y Xehanort adolescentes. Acaban de terminar una partida de ajedrez, y Eraqus quiere probar un nuevo juego. Coloca siete piezas negras, y vemos que coinciden con las formas de las máscaras de los Foretellers. Acto seguido, coge la pieza blanca del rey y la estampa contra el tablero. Fin.

Duele. Duele mucho. Tener que comerte ocho juegos y una película, de los cuales seis son una mierda, o bien a nivel jugable, o bien a nivel argumental, (y en algunos casos hasta en ambos sentidos), todo para justificar que al llegar aquí comprendas todo y tengas una experiencia plena, y cuando llega el momento, a la única conclusión a la que puedes llegar es que no ha merecido la pena en absoluto, porque en lugar de aprovechar todos los elementos que se han ido generando durante todos esos títulos para hacer un juego y final de saga digno, vemos que lo han desechado prácticamente todo, que han ido deprisa y corriendo hacia los puntos obligatorios que había que tratar, y encima los han resuelto de la peor forma posible... 

Es muy doloroso, de verdad... Ver que estaban más pendientes de colocar elementos para vendernos el próximo juego que de conseguir que quedásemos satisfechos con éste. Es casi como si ellos fuesen conscientes desde el primer momento de que no había nada que hacer y era mejor pasar el mal trago cuanto antes y centrarse el Kingdom Hearts IV. ¿Para qué? ¿Para volver a hacer lo mismo? ¿Otros cinco spin offs con personajes que luego no van a aportar nada en la historia principal porque los vas a dejar de lado solo para Sora sea el ultra mega protagonista? Pues como que paso.

A nivel jugable ha estado bien, pero incluso eso lo han estropeado, no dejando usar el arma final antes de terminar el juego, o permitiendo únicamente el uso de la atracción más sosa de todas. Y si a eso le sumamos la muerte gratuita de Kairi, el ataque por la espala cuando invoca Kingdom Hearts y se queda mirando como un tonto, que Sora, por segunda vez, gane un combate que había perdido haciendo retroceder el tiempo, y que Xehanort se vuelva bueno de un segundo a otro, pues es que ya no queda nada a lo que agarrarse...

Valoración Global del Final

I'll Remember the Ending
Dramatic Finish
Decisive Finish
Brave Finish
Sophisticated Ending
An Ending to Get Over
 Refrain Ending
Fateful Ending
Strepitoso Ending
Liar Ending