jueves, julio 21, 2022

Ese Gran Final... Metroid Prime 2: Echoes




Localizadas las nueve llaves del Templo del Cielo, finalmente tenemos acceso al núcleo del generador, al que encontramos sobre un manto de oscuridad en una sala rodeada de phazon.


Al acercarnos, la oscuridad se hace con el poder del núcleo, tomando la forma de nuestro primer Jefe Final, que muy bonito, no es. La verdad es que se podrían haber currado el diseño un poco más, aunque su funcionalidad fuera la misma.


No iba a ser muy difícil de adivinar que los tentáculos iban a ser la base de los ataques de este primer enemigo, Emperador Oscuro. Desde azotarte de forma clásica, dar vueltas con todos los tentáculos en fila, hasta llegar a generar una bola de energía oscura que deja caer sobre ti.


Hablemos un poco de lo que puedes hacer tú. De nuevo, tienes cuatro rayos. El normal ya lo vimos a fondo en la entrada del primer juego, así que nos centraremos en los otros tres. El primero, el rayo de luz, el más útil de todo el juego, pues la inmensa mayoría de los enemigos son de tipo oscuridad. Es un rayo delgado y rápido, ideal para que nadie se te escape.


Cada una de las tres armas nuevas también tiene su equivalente al super misil, que en esta ocasión, podríamos decir que se trata de un ataque especial en toda regla. En el caso del rayo se luz, se trata de una mini genkidama o básicamente de un mini Sol. Tiene hasta los rayos de luz alrededor, y además, lo importante, a un enemigo de oscuridad le quita lo que no está escrito.


Luego tenemos el rayo oscuro, que aunque afecta a todos los enemigos, oscuros y al propio jefe final que tenemos delante incluidos, pues como cabría esperar, quita mucho menos que el de luz. Lo intentan compensar haciendo que cause parálisis, pero no es algo que aplique en este combate. Su apariencia tampoco ayuda, porque va por bolitas, que encima no son tan rápidas como el rayo de luz, y la mitad de las veces se las esquivan.


A cambio, tenemos un ataque especial muy poderoso. Un auténtico agujero negro que engulle todo aquello que se encuentra a su paso, si es que se encuentra algo, porque también es lento de cojones. Pero aún así, mola mucho utilizarlo.


Lo malo que tienen estos dos rayos es que tienen munición limitada. Desde un mínimo de 50 hasta un máximo de 250. Cada rayo recarga gasta cinco y cada ataque especial 30. Sí, vale, es Nintendo, y en cuanto te quedas sin munición siempre te la dan de alguna manera, pero no deja de ser una molestia innecesaria y evitable que no aporta nada al juego. Encima, para conseguir munición de uno de los rayos te obligan a hacerlo usando el contrario. Un disparate.

¿A qué viene todo esto? Pues a tenor del tercer rayo, el rayo aniquilador, que es una cosa muy rara, porque supuestamente mezcla luz y oscuridad, pero te dicen que se basa en el sonido. De toda la vida, el sonido nace de mezclar esas dos cosas xD Lo bueno, es un rayo más potente que los otros dos, y encima sigue al enemigo. Lo malo, gasta munición de ambos.


Su ataque especial es la mayor chorrada del juego. Sale una distorsión en la pared o en lo que tengas delante, como si hubieras roto el espacio tiempo xD Tiene mucho alcance, eso sí, pero es lo que hablábamos antes, ¿qué pinta el sonido en un rayo como éste?


Al destruir los tentáculos, el núcleo queda medio expuesto. Su patrón de ataques cambia y ahora se defiende con un rayo láser que persigue tu posición. Bastante molesto, así que cumple su función.


Lo de medio expuesto viene por los dos caparazones que tiene a los lados. No basta con disparar a saco, hay que moverse y cuadrarse con el hueco que hay libre. Lo bueno es que, al igual que con los tentáculos, sirve cualquier arma. Yo soy muy fan del super misil, pero por suerte, cada uno lo puede hacer a su manera.


Tras repetir ese ciclo unas cuantas veces, Emperador Oscuro se transforma en un capullo y llena la habitación de gas venenoso. Toca utilizar la aracnosfera por todo su cuerpo para descubrir unos huecos misteriosos con forma de cicatriz que te invitan a utilizar la bomba de morfosfera para causar daño. 


Parece una chorrada. Pues lo es, puedo confirmarlo xD Salen látigos de los huecos, pero vamos, que no causan apenas problema. Es un jefe para recargar vida y munición de cara a lo que viene por delante. Cuanto más tardes, más bichos matas y más vida recuperas. Además, la bomba de energía también sirve ^^


Hay un momento en el que la densidad de gas venenoso es tan alta que te obliga a quedarte en la parte superior de su cuerpo, pero enseguida baja otra vez para que puedas seguir reventando los agujeros.


Superado este trámite (no se le puede llamar combate xD), el cascarón estalla y el enemigo vuelve a transformarse, esta vez sí, en su forma final.


Nada más disparar vemos que se pone en amarillo. Vale, ya está, típico combate de primero atontar y luego dañar. Muy Nintendo jaja y por lo que se ve, por lo menos para la parte de atontar me sigue dejando utilizar cualquier arma, cosa que sigo agradeciendo muchísimo.


Vaya, al atacarla suficientes veces no le atontas. Simplemente, el núcleo de su interior cambia de color. Ahora es blanco. ¿Qué habrá que hacer? No soy capaz de adivinarlo... xD


La parte positiva es que el enfrentamiento es continuo y feroz. El enemigo puede usar tanto ataques físicos como elementales. De hecho, el más puñetero es un rayo de luz múltiple, pero también te puede dar un buen zarpazo o lanzarse sobre ti. Su tamaño y agilidad lo vuelven peligroso si te descuidas.


En cada ciclo, el color del núcleo cambia aleatoriamente. Si había núcleo de luz, era evidente que tenía que haber también de oscuridad. Basta con seguir causando daño con el elemento contrario. Y si se te acaba la munición, tranquilo, es Nintendo. Una horda de pajaritos aparecerá alrededor del jefe para recargarte.


Derrotado, esta vez, sí, el núcleo de energía queda libre y Samus puede absorberlo. Ahora toca la clásica huida mientras todo se derrumba.


Esta vez es de las pocas que está justificado. Al final, hemos robado toda la energía del planeta, es normal que colapse, pero se usa con taaaaanta frecuencia y sobre todo de forma taaan gratuita que es inevitable pensar mal.

Cuando parece que todo ha terminado, Samus Oscura nos sale al frente. El verdadero Jefe Final ya está aquí. 


Pues nada, a tope con el rayo aniquilador. Jefe Final, arma final xD Una vez más, tenemos la suerte de que es vulnerable a todas las armas, aunque por supuesto, el daño que hace cada una no tiene nada que ver.


Samus Oscura (que por cierto, tiene voz de hombre xD) también va a por todas, como lo demuestra con sus ataques, en especial por el cañón de phazon, aunque no quita tanta vida como pueda parecer.


También se vuelve invisible, siendo localizable únicamente a través del visor de sonido. 


Pero de pronto, el combate cambia. Samus Oscura cambia sus patrones de ataque sin razón aparente. Se pone en el centro del escenario, se rodea de un aura oscura que la hace invulnerable, y te empieza a lanzar gotitas de phazon que parece que no vienen a cuento, pero que si te dan, cada gotita quita un montón de vida.


Bueno, pues lo que hay que hacer es absorber esas gotitas con el rayo recarga del rayo normal, para que se transforme en un rayo de phazon de forma momentánea y poder así causarla daño.


Esto es lo único que recordaba de este combate. Por suerte, lo recordaba como algo horrible y no es para tanto. Supongo que los 15 años de experiencia que tengo ahora de más también influyen jaja Sí que es cierto que es un poco puñetero, porque, aunque tú cojas las gotitas suficientes como para transformar el rayo, con que una sola gota te de en el cuerpo, ya te echa el brazo para atrás y a la mierda todo el esfuerzo. Pero bueno, se saca.

Además, y lo más importante, es que Samus Oscura alterna los dos patrones de combate, es decir, de vez en cuando, sale de ahí, y empieza a corretear y a atacarte de forma normal. Durante ese tiempo, vuelve a ser vulnerable a todos los ataques, así que no dependes del phazon al 100% para sacar el combate adelante. Con el phazon quitas mucho más, pero te puedes ahorrar tener que absorber las gotitas dos o tres veces en función de la munición que te quede.


Al derrotarla, Samus Oscura se acerca a ti, a su versión original, al ser del que ha nacido, e intenta tocarte, pero se desvanece a escasos centímetro de conseguirlo. Una muerte muy de manga jaja


Ahora sí, toca escapar de verdad. Los oscuros se abalanzan sobre Samus, que se lanza de cabeza hacia un portal de vuelta e Éter. Ellos intentan seguirla al otro lado. Llegan a asomar las patas a través del portal, pero se cierra antes de que puedan cruzar del todo.


Al volver, los habitantes de Éter hacen el pasillo a Samus, que aparece de nuevo con su traje clásico :/ Ella cruza educadamente entre ellos, y saluda antes de marcharse hacia su próxima aventura. Fin.


Qué alegría de final, sinceramente. El juego se hace muy difícil de llevar con tanta mierda de ir cambiando de mundo, de tener que vigilar todo el rato la munición, y de tener que estar buscando zonas iluminadas en Éter Oscuro para que la vida no esté bajando constantemente. Pero en el final, todos esos problemas desaparecen gracias al traje de luz y a los pajaritos que te recargan la munición cuando es necesario. Además, encontramos cuatro enfrentamientos, cada uno único y especial, que entre todos aprovechan todas las armas y casi todas las mecánicas del juego, cerrando con un duelo emocionante a contrarreloj, y oye, que al final hasta hemos destruido un planeta y todo jaja Una pena la falta de avance en el argumento general de la saga. Hubiera estado bien algún tipo de respuesta sobre el phazon, su origen y su avance por el universo. Habrá que esperar al 3...

Valoración Global del Final
I'll Remember the Ending
Dramatic Finish
Decisive Finish
Brave Finish
Sophisticated Ending
An Ending to Get Over
 Refrain Ending
Fateful Ending
Strepitoso Ending
Liar Ending



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