jueves, enero 26, 2023

Ese Gran Final... A Winter's Daydream



Estrenando un precioso kimono y preparada para encontrarse con su difunto marido, Umeko parte al santuario junto a Yuu, esperando que allí aparezca Yukinari sin prueba alguna que lo sustente. Al llegar al lugar, no ocurre nada, y los personajes chocan violentamente contra la realidad.


A ver, ¿qué esperabas? Una estrella fugaz te concede el deseo de volver a ser adolescente por un día, y tú vas y dices que eso no es suficiente, que también quieres que hagan aparecer a tu marido en el lugar donde os conocisteis, y para rematar, que también tenga el aspecto físico de aquel día.. Joder, es que a la estrella fugaz no llega la barra de magia para castear tantos hechizos...

Por suerte para los personajes, aunque ellos no lo sepan, están en una visual novel y no en la vida real. Tras romper a llorar, una misteriosa voz resuena en la oscuridad, y acto seguido, el fantasma del Yukinari se materializa frente a sus ojos.


Como mola esa estrella. A ver, yo también quiero recuperar mi cuerpo de adolescente, pero para siempre, pero no lo quiero ahora, quiero regresar en el tiempo a cuando era adolescente, eso sí, conservando todos los recuerdos y experiencia que tengo ahora, y además que todas las entradas del blog de todos los juegos que me pase en mi vida ya estén escritas y sólo se autopubliquen cada vez que termino uno xD Casualmente, este fin de semana pasa un cometa que viene cada 50.000 años. Si una estrella fugaz de mierda pudo conseguir todo eso, igual con el cometa lo mío cuela xD

Umeko se lanza a sus brazos, y es entonces cuando descubrimos una nueva habilidad de su difunto esposo. Ha sido entrenado por Patrick Swayze, que le ha otorgado la capacidad de materializarse y poder interactuar con el entorno en el mundo de los vivos.


Sobre cómo ha sido posible su aparición, el propio fantasma confirma que ha recibido ayuda de alguien para conseguirlo, pero que no puede decir quien es. Es un secreto xD


Juro que estoy tratando de tomarme en serio la visual novel, igual que hago con todos los títulos, pero de verdad que no me lo están poniendo nada fácil. El argumento parece sacado de una peli navideña de esas infumables que echan a la hora de la siesta.

La pareja se confiesa, aunque no tardan en descubrir que no era necesario decir nada. Ambos se siguen amando incluso después de la muerte, y en ningún momento han dudado de los sentimientos del otro. La conversación no podía termina de otra manera, con un beso.


Y en la siguiente línea, ¡zas! Elipsis narrativa y ya estamos de vuelta en casa. No hemos podido ver la despedida, ni la partida de Yukinari de vuelta al más allá. Si es que así es imposible...

Yuu y Umeko comienzan a comentar lo sucedido, y se dan cuenta de que gracias a este suceso, ambos se comprenden mejor. Comienza entonces un debate acerca del motivo por el que un abuelo y un nieto no suelen relación y la conclusión es clara, porque piensan que son demasiado diferentes para ser capaces de entenderse.


Es aquí donde de verdad merece la pena esta visual novel. Precisamente lo que pretende es cerrar un poco ese enorme vacío que separan esas dos generaciones de diferencia. Porque tus abuelos, aunque fuese hace mucho tiempo, también han sido jóvenes, y en esencia, sus experiencias han sido similares a las tuyas, aunque el contexto histórico y la forma de pensar haga que parezcan completamente diferentes. En la conversación hay referencias a Pokémon y a Dragon Ball, que parecen gratuitas, pero no, están muy bien puestas, pues se trata de remarcar los puntos que resultan más complejos para la otra parte. Umeko también habla de su experiencia personal con su abuela, a la que no comprendía en absoluto, pero con la que ya no tendrá la oportunidad de tener un acercamiento.


La conversación evoca situaciones tan normales y comunes, que es imposible no sentirte identificado. Yo mismo he pensando en mi abuela durante muchas de las líneas de este diálogo, cosa que no ha ocurrido en absoluto durante el modo magia navideña gratuita de la visual novel.

Por desgracia, no dura mucho. Enseguida se ponen a hacer referencias a Cenicienta. La abuela se va a dormir porque van a ser las 12 y no saben si el reloj de la casa va cinco minutos adelantado o atrasado, pero que no va bien lo tienen claro. A la mañana siguiente, cuando Yuu va a la cocina a dar los buenos días a su abuela, se encuentra con que ha regresado a su forma original, y se pone a fantasear acerca del momento exacto en el que se ha revertido el cambio y su proceso.


Yuu vuelve a casa para pasar la nochevieja con sus padres. Durante la visual novel hemos visto cómo el personaje ha ido cambiando la forma en que ve a su hermana. Empieza prácticamente odiándola, pero gracias a la abuela, hace autocrítica, llegando al punto de gastarse 18k yenes en un regalo para ella. Al llegar a casa, intenta dárselo, pero la relación es tan mala, que ella cree que sólo es un intento de sobornarla por haberle pillado con su novia en la cafetería.


Sin embargo, Yuu insiste. No puede explicarle que aquella chica era en realidad su abuela de joven por un hechizo mágico, pero sí le puede confirmar que no es su novia y sus verdaderas intenciones. No tarda en disculparse, explicando que siente envidia porque ella es la favorita de su padre, y por eso de pequeños no la trató como se merecía.


Parece una gilipollez, pero hay que tener un par para hacer eso, y más después de tantos años. Se está arrastrando como una culebrilla, y es que, a veces hay que hacerlo. Yo lo llevo fatal. No es que no lo haga nunca, pero lo hago muchas menos de las que debería. Al final, no se trata de quedar por encima o por debajo de alguien. Se trata de tender puentes para reconstruir una relación.

Tras escuchar todo lo que Yuu tenía que decir, y teniendo en cuenta también, que es un regalo, Otoko decide aceptarlo. Al descubrir lo que hay en su interior, confiesa que no son accesorios de su estilo, pero reconoce su belleza, remarcando además que es algo que sólo Yuu escogería para ella.


Otoko también se sincera. Yuu no es el único que ha sentido celos. Ella también se siente mal cuando le ve viviendo su propia vida en Tokio, y cuando sus padres le otorgan el rol de hermano mayor, maduro y responsable, mientras que ella la siguen tratando como a una niña pequeña.

Ahora que han conseguido limar asperezas, es la hora de ir al templo a hacer la ofrenda de Año Nuevo. Los padres llevan todo el día intentando convencer a Otoko de que se ponga un kimono para ir al templo, y no han obtenido más que continuas negativas. Sin embargo, a la hora de la verdad, Otoko aparece con el kimono puesto, porque era lo único que le pegaba con la horquilla del pelo que ha recibido de su hermano.


Ahora que todo está listo, la familia al completo está preparada para recibir el año entrante. Mientras observa el cielo estrellado, Yuu repasa la lección que ha aprendido durante el juego, y finalmente valora y aprecia tener a Otoko como su hermana. Fin.


De menos a más. Ojalá el autor hubiese sido capaz de transmitir esos mensajes tan simples, pero a la vez tan importantes, sin tener que recurrir a toda esa morralla mágica navideña sin sentido alguno, pero bueno, al menos lo ha hecho. La única obra que recuerdo que haya intentado algo parecido fue Regreso al Futuro 1, donde el acercamiento se produce entre padre e hijo gracias al viaje en el tiempo para que ambos coincidan con la misma edad. Pero, sinceramente, con un abuelo es mucho más interesante y también mucho más desafiante, por el trecho que los separa.

Valoración Global del Final
I'll Remember the Ending
Dramatic Finish
Decisive Finish
Brave Finish
Sophisticated Ending
An Ending to Get Over
 Refrain Ending
Fateful Ending
Strepitoso Ending
Liar Ending


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