Veamos si hay una evolución respecto al juego anterior
Tras destruir la nave nodriza de los invasores alienígenas, Valentine, la líder enemiga, desafía a Wryn a un duelo final para decidir el destino del planeta.
Aparecemos en una especie de ring de boxeo, con grandes altavoces y una pantalla gigante que retransmite el encuentro. Comienza el combate, sin demasiada complicación. Valentine invoca hordas de monstruos normales que nos hemos ido encontrando durante la aventura. Durante la invocación, queda expuesta, y podemos atiborrarla a balazos sin problema alguno.
No tarda en caer, pero está claro que esto no acaba aquí. Cuando está en el suelo, aparece el típico contador de boxeo para ver si consigues volver a ponerte en pie, y en efecto, ella lo hace y el combate se reanuda con la barra de vida rellena a tope.
La dinámica cambia, y ahora los ataques de Valentine son algo más feroces, aunque todavía no llegan a resultar un peligro. Lo que sí son son más crueles, porque ahora se dedica a arrojarte cadáveres de enemigos, ¡de sus propios lacayos! Algunas veces la fila de cadáveres ocupa casi toda la pantalla y te obliga a moverte con rapidez de un lado a otro, mientras ves como las pilas de cuerpos se amontonan en el ring.
Cae por segunda vez, y se vuelve a levantar. ¡Ahora se pone en plan Janemba! Empieza ahí a utilizar vórtices para pasar de un lado a otro de la pantalla, y a enviarte proyectiles a través de ellos :O
Es aquí cuando merece la pena comentar la gran novedad de este juego con respecto al título anterior. Ahora llevas la espada y las pistolas al mismo tiempo, y mientras disparas puedes dar espadazos que devuelven los proyectiles de color rosa. Sólo los rosas, sí, los amarillos no, porque sino sería un cachondeo, dándole un toque de aire fresco y una vuelta de tuerca a la jugabilidad, que es mucho más dinámica.
Esta vez no hay tienda para comprar otras armas, se desbloquean según vas completando modos, por lo que llevo todo el juego con el arma inicial pero, sinceramente, doy por hecho que la espada vendrá de serie en todas las demás armas también, si no va a ser totalmente innecesario usar otras armas.
Cae por tercera vez, y se vuelve a levantar. Ella está confiada, ríe mientras se mantiene levitando, pero parece que el público no lo está tanto, porque le tiran una lata de coca-cola en toda la cabeza jaja Ella se rebota y decide utilizar su barrera en el combate.
No es ninguna sorpresa, ya la había utilizado cuando nos enfrentamos con ella en la segunda pantalla, pero ahora es diferente. Pensaba que sólo tendría que esperar a que la desactivara durante un instante o, como en aquella ocasión, que alguien le obligara a hacerlo, pero no ocurría nada. Finalmente, desde la pantalla de retransmisión me dieron la solución. Hay que usar la burla para que la gente le tire cosas desde la grada y le quite la barrera.
Sabiendo eso, ya sólo queda derrotarla para terminar con la amenaza de una vez y para siempre.
Pero parece que esto no ha terminado. Tras el desenlace, Wryn aparece en su casa, echando una partida (seguro que a su propio juego jaja) cuando de repente un arma gigante atraviesa el techo de su casa y le revienta el televisor CRT. Rápidamente, en su tele moderna aparece el enemigo del juego anterior, el "rubio idiota" para ajustar cuentas con ella.
No tengo muy claro a qué viene todo esto. Si el final estaba bastante bien. Esta jugada puede arruinar lo que han conseguido hasta ahora... En fin, sigamos adelante.
El primer combate es contra el robot con forma de araña del primer juego. Adaptado a las nuevas mecánicas, eso sí, pero reciclaje al fin y al cabo. Además de disparar proyectiles rosas y amarillos, también hace gala de una característica que se me había pasado comentar. Cuando los enemigos te hacen un placaje, también se recubren de una capa rosa o amarilla, y en función de eso, también les puedes mandar contra la pared de un espadazo, cosa que mola bastante.
Ahora te persigue montado en su camión con alas, enviándote una lluvia de misiles y rayos láser, mientras los único que puedes hacer es huir, escalando por los edificios.
Al llegar a la azotea ya puedes combatirlo. Es cierto que también has combatido contra el camión en el juego anterior, pero todavía no volaba ni usaba las armas que usa ahora, por lo que, a mi parecer, esto no cuenta como reciclaje barato. Además del rayo láser de antes, también te deja minas por la azotea, te intenta hacer duros placajes que no se pueden devolver, o te manda una ráfaga de disparos que cubren casi toda la pantalla. La verdad es que está bastante bien.
Al derrotarle, lanza un misil contra la azotea, haciendo caer a Wryn al vacío. Esperaba que cayese al suelo sin ninguna sorpresa, pero no, en mitad de la caída, aparece el siguiente jefe, para dar lugar a un combate en caída libre!! :O
Yo siento debilidad por estas, cosas, y más después del final de cierto juego... Así que encantado de tener la posibilidad de disfrutar otro de nuevo. Además, estando en caída libre, ahora nos dejan movernos por cualquier parte, ya que estamos volando, no estamos limitados al suelo, por lo que mola todavía más.
El jefe tiene varios movimientos. Desde minas que explotan dejando proyectiles de colores, a un misil gigante que podrás devolver o no en función del color, o simplemente se puede dejar caer sobre ti para cambiar su lado de la pantalla. Una pasada. Lo malo, que dura poco jaja
Al ser derrotado, se estrella contra el suelo con tanta fuerza que acaba en las profundidades de la tierra. Caminando por el subsuelo, sale nuestro siguiente enemigo, una excavadora.
Por si no se aprecia bien en la imagen, esto no es un jefe, es un putadón. Tienes que ir destruyendo la tierra para abrirte camino a la vez que le atacas, te resta un montón de movilidad. Él puede disparar rayos láser desde cualquier línea, y al final, o atacas o te defiendes, las dos cosas a la vez no se puede en este escenario. Por suerte, las rocas marrones se destruyen enseguida, pero las grises no, esas aguantan más, para bien y para mal. Si te toca una gris cuando estás abriendo camino, tienes un problema, pero si toca una justo delante del láser enemigo, te salva el culo. Al final, la mejor opción para atacar ha sido cuando ha hecho el placaje con aura rosa, que puedes devolverlo.
Parece que el juego tiene en cuenta la situación y el jefe es más asequible de lo que debería. Pensaba que iba a ser el último ya, pero no. Cuando acabas con él, sales a la superficie, y toca rememorar el combate final del primer título.
Por suerte, no es exactamente igual, y no me refiero simplemente a que ahora puedas devolver los proyectiles rosas. Aunque recicla parte de los movimientos de la otra vez, también tiene movimientos y armas nuevas, como este placaje en modo patada voladora o misiles teledirigidos. El mayor problema es que, supongo que para darle más emoción, le han puesto doble barra de vida, la naranja y la roja.
Aparecemos en una especie de ring de boxeo, con grandes altavoces y una pantalla gigante que retransmite el encuentro. Comienza el combate, sin demasiada complicación. Valentine invoca hordas de monstruos normales que nos hemos ido encontrando durante la aventura. Durante la invocación, queda expuesta, y podemos atiborrarla a balazos sin problema alguno.
No tarda en caer, pero está claro que esto no acaba aquí. Cuando está en el suelo, aparece el típico contador de boxeo para ver si consigues volver a ponerte en pie, y en efecto, ella lo hace y el combate se reanuda con la barra de vida rellena a tope.
La dinámica cambia, y ahora los ataques de Valentine son algo más feroces, aunque todavía no llegan a resultar un peligro. Lo que sí son son más crueles, porque ahora se dedica a arrojarte cadáveres de enemigos, ¡de sus propios lacayos! Algunas veces la fila de cadáveres ocupa casi toda la pantalla y te obliga a moverte con rapidez de un lado a otro, mientras ves como las pilas de cuerpos se amontonan en el ring.
Cae por segunda vez, y se vuelve a levantar. ¡Ahora se pone en plan Janemba! Empieza ahí a utilizar vórtices para pasar de un lado a otro de la pantalla, y a enviarte proyectiles a través de ellos :O
Es aquí cuando merece la pena comentar la gran novedad de este juego con respecto al título anterior. Ahora llevas la espada y las pistolas al mismo tiempo, y mientras disparas puedes dar espadazos que devuelven los proyectiles de color rosa. Sólo los rosas, sí, los amarillos no, porque sino sería un cachondeo, dándole un toque de aire fresco y una vuelta de tuerca a la jugabilidad, que es mucho más dinámica.
Esta vez no hay tienda para comprar otras armas, se desbloquean según vas completando modos, por lo que llevo todo el juego con el arma inicial pero, sinceramente, doy por hecho que la espada vendrá de serie en todas las demás armas también, si no va a ser totalmente innecesario usar otras armas.
Cae por tercera vez, y se vuelve a levantar. Ella está confiada, ríe mientras se mantiene levitando, pero parece que el público no lo está tanto, porque le tiran una lata de coca-cola en toda la cabeza jaja Ella se rebota y decide utilizar su barrera en el combate.
No es ninguna sorpresa, ya la había utilizado cuando nos enfrentamos con ella en la segunda pantalla, pero ahora es diferente. Pensaba que sólo tendría que esperar a que la desactivara durante un instante o, como en aquella ocasión, que alguien le obligara a hacerlo, pero no ocurría nada. Finalmente, desde la pantalla de retransmisión me dieron la solución. Hay que usar la burla para que la gente le tire cosas desde la grada y le quite la barrera.
Sabiendo eso, ya sólo queda derrotarla para terminar con la amenaza de una vez y para siempre.
Pero parece que esto no ha terminado. Tras el desenlace, Wryn aparece en su casa, echando una partida (seguro que a su propio juego jaja) cuando de repente un arma gigante atraviesa el techo de su casa y le revienta el televisor CRT. Rápidamente, en su tele moderna aparece el enemigo del juego anterior, el "rubio idiota" para ajustar cuentas con ella.
No tengo muy claro a qué viene todo esto. Si el final estaba bastante bien. Esta jugada puede arruinar lo que han conseguido hasta ahora... En fin, sigamos adelante.
El primer combate es contra el robot con forma de araña del primer juego. Adaptado a las nuevas mecánicas, eso sí, pero reciclaje al fin y al cabo. Además de disparar proyectiles rosas y amarillos, también hace gala de una característica que se me había pasado comentar. Cuando los enemigos te hacen un placaje, también se recubren de una capa rosa o amarilla, y en función de eso, también les puedes mandar contra la pared de un espadazo, cosa que mola bastante.
Ahora te persigue montado en su camión con alas, enviándote una lluvia de misiles y rayos láser, mientras los único que puedes hacer es huir, escalando por los edificios.
Al llegar a la azotea ya puedes combatirlo. Es cierto que también has combatido contra el camión en el juego anterior, pero todavía no volaba ni usaba las armas que usa ahora, por lo que, a mi parecer, esto no cuenta como reciclaje barato. Además del rayo láser de antes, también te deja minas por la azotea, te intenta hacer duros placajes que no se pueden devolver, o te manda una ráfaga de disparos que cubren casi toda la pantalla. La verdad es que está bastante bien.
Al derrotarle, lanza un misil contra la azotea, haciendo caer a Wryn al vacío. Esperaba que cayese al suelo sin ninguna sorpresa, pero no, en mitad de la caída, aparece el siguiente jefe, para dar lugar a un combate en caída libre!! :O
Yo siento debilidad por estas, cosas, y más después del final de cierto juego... Así que encantado de tener la posibilidad de disfrutar otro de nuevo. Además, estando en caída libre, ahora nos dejan movernos por cualquier parte, ya que estamos volando, no estamos limitados al suelo, por lo que mola todavía más.
El jefe tiene varios movimientos. Desde minas que explotan dejando proyectiles de colores, a un misil gigante que podrás devolver o no en función del color, o simplemente se puede dejar caer sobre ti para cambiar su lado de la pantalla. Una pasada. Lo malo, que dura poco jaja
Al ser derrotado, se estrella contra el suelo con tanta fuerza que acaba en las profundidades de la tierra. Caminando por el subsuelo, sale nuestro siguiente enemigo, una excavadora.
Por si no se aprecia bien en la imagen, esto no es un jefe, es un putadón. Tienes que ir destruyendo la tierra para abrirte camino a la vez que le atacas, te resta un montón de movilidad. Él puede disparar rayos láser desde cualquier línea, y al final, o atacas o te defiendes, las dos cosas a la vez no se puede en este escenario. Por suerte, las rocas marrones se destruyen enseguida, pero las grises no, esas aguantan más, para bien y para mal. Si te toca una gris cuando estás abriendo camino, tienes un problema, pero si toca una justo delante del láser enemigo, te salva el culo. Al final, la mejor opción para atacar ha sido cuando ha hecho el placaje con aura rosa, que puedes devolverlo.
Parece que el juego tiene en cuenta la situación y el jefe es más asequible de lo que debería. Pensaba que iba a ser el último ya, pero no. Cuando acabas con él, sales a la superficie, y toca rememorar el combate final del primer título.
Por suerte, no es exactamente igual, y no me refiero simplemente a que ahora puedas devolver los proyectiles rosas. Aunque recicla parte de los movimientos de la otra vez, también tiene movimientos y armas nuevas, como este placaje en modo patada voladora o misiles teledirigidos. El mayor problema es que, supongo que para darle más emoción, le han puesto doble barra de vida, la naranja y la roja.
Y hay un detalle interesante del que no me había percatado y que me ha tocado aprender por las malas, y es el hecho de que él también tiene espada igual que tú, es decir, puede devolver los ataques igual que tú. Uno de sus movimientos es lanzarte una bola grande, devolvible, y cuando tú se la mandas con una sonrisa maliciosa en la cara, él te la vuelve a mandar y te explota en la cara, quitándote la sonrisa de un plumazo. Es muy divertido, porque para conseguir que le de tienes que estar ahí jugando al tenis con él un rato, como en el Zelda jaja y por supuesto, cuanto más dure el peloteo, más fuerza lleva la bola.
Con esto se soluciona un poco el tema de la doble barra de vida, porque la verdad, cuando le impacta la bola, le mete un buen viaje. Así que, ya dicho todo, ahora sí, toca disfrutar del combate, que éste ya sí que es el último de verdad.
Tras derrotarle, se convierte en tu compañero, y Wryn le invita a jugar a la consola con ella. Finalmente, te da las gracias de nuevo a ti como jugador, y te dice que no te preocupes más por ella, porque ahora tú no estés, tendrá al rubio para hacerla compañía. Fin.
Bueno, no era tan difícil hacerlo bien, ¿no? Vaya diferencia de un juego a otro... Que no pasa nada por reciclar algún detalle en concreto, pero se tiene que notar que la inmensa mayoría del material es original.
Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre
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