martes, julio 05, 2016

Ese Gran Final... Tales of Phantasia




En primer lugar, antes de empezar, quería tener unas palabras con el Castillo de Dhaos, es decir, la mazmorra final, por lo bien decorada que está. Una foto no le hace justicia, pues ese suelo morado luminoso tenía efectos acuáticos, reflejos de estrellas, y te podías perder admirándolo.


Lo mismo pasa con la sala final, donde está Dhaos. Dos estatuas a los lados, escaleras de cristal, y luego también suelo de cristal desde donde se ve la Tierra. Una pasada, aunque ha faltado el cuadro que había al fondo en la versión de SNES (y disculpas por el montaje cutre que he hecho con el paint para que se vea la sala entera jaja).


Entrando ya en materia, nos enfrentamos a Dhaos por tercera vez, portando la espada que controla el tiempo, y por tanto, evitando que huya a una nueva dimensión temporal. Esta vez será la última. hay una pequeña conversación, y parece que vamos a empezar la batalla, cuando Mint da un paso al frente y exige respuestas acerca de por qué Dhaos no quería enfrentarse a ellos en el pasado.


Esperaba esta revelación, aunque después del combate, no antes. Cuando vamos al pasado, Dhaos está tranquilamente sentado en su trono, y nosotros venimos a matarle sin hacer preguntas, porque ya le conocemos en el pasado. Lo más lógico es que la imprudencia de los propios protagonistas provoque el odio de Dhaos que sería arrastrado hasta el presente y futuro. Es decir, los propios protas son los causantes de su propio mal jaja Vamos a ver la cara que se les queda.

Dhaos no tarda en contestar. Porque no teníamos nada que ver en el desarrollo de los Magitech. Al parecer, los Magitech consumen una gran cantidad de maná, por lo que el arbol de Yggdradil acabaría muriendo. Ya nos comentaron anteriormente que sin el árbol no se puede usar magia. No están mal los motivos pero al final al que se le ha quedado cara de tonto es a mí. Eso sí, molaba más mi teoría :p.


La conversación continúa, y queda claro que Dhaos no es un ecologista extremista. No quiere que los Magitech consuman maná porque lo necesita para él, no porque le importe que el árbol muera o cualquiera de esas chorradas. Aclarado el tema, comienza el combate.

En este juego, en los jefes, no te puedes andar con tonterías. Ahí que ir a saco sin dejarles ni respirar, porque si no lo haces, va a ocurrir lo contrario. Por mucho nivel que tengas, por mucha vida que tengas, por muy fuerte que seas, si te encadenan dos o tres ataques de objetivo múltiple los jefes, adiós. Aunque intentes curarte, el siguiente ataque del enemigo te corta el spellcasting y ya te puedes olvidar. No es imposible darle la vuelta a una situación así, puedes hacerlo con objetos, que en este Tales todavía no está la limitación de esperar unos segundos para usar otro, pero aún así, requiere tirar muchos objetos en un tiempo durante el cual no estás atacando, y por tanto, el enemigo continúa su ofensiva. Un Tetra Spell o un Dhaos Laser hacen mucho daño y cuesta mucho sobreponerse no al daño en sí, sino a que todas las órdenes que has dado han quedado anuladas.


A pesar de todo lo dicho, este Dhaos es bastante simpático. Sobre todo muchísimo más simpático que el Dhaos del pasado. Con ese sí que no podías ni pestañear o estabas perdido. Aquí puedes permitirte cometer algún error y no pasa nada. Tiene pinta de que habrá algo más, sobre todo porque el combate tenía la música de la mazmorra, no un battle theme propio.

Dhaos ha caído derrotado, pero no se rinde. Todo lo contrario, se cabrea, y desafía a los personajes a un nuevo combate, en honor de su planeta natal, Derris-Kharlan.


Estamos en un JRPG. Si hay un segundo combate, algo tiene que cambiar, así que Dhaos se transforma en un bicho que parece una carta de Yugiou, y comienza el combate.


Feather Dhaos es el típico enemigo que no te causará mucho daño, pero estará todo el rato intentando tocarte las narices. Dispara pequeños proyectiles y bolas de fuego para frenar los hechizos de los personajes, y además tiene una habilidad que le deja oculto y no puedes alcanzarle con ningún ataque. Estoy seguro de que tendrá más cosas, pero no me podía permitir dejarle hacer nada, como ya he comentado antes.


Este jefe ya cuenta con battle theme propio, aquí lo dejo.


Al derrotarlo, parece que todo ha terminado, ¡pero no! ¡Hay otro más! Dhaos vuelve a transformarse, pidiendo ayuda a su planeta natal otra vez, y aparece en forma de ángel, ¡siguiente combate!


Forma final de Dhaos, la que tiene más vida y la más peligrosa, pero no por su potencial de ataque, si no por su velocidad. Se mueve de un lado a otro con gran acierto, y suelta rayos láser desde sus alas. A eso hay que sumarle que va volando y por tanto, no podemos alcanzarle con ataques normales de Cless, ni por artes terrestres, hay que usar por narices ataques aéreos.


Contamos con una amplia variedad de ataques para hacer el combate espectacular. Además de las artes de Cless, tenemos los hechizos de Arche y las invocaciones de Klarth. Las últimas son bastante bestias, pero particularmente me quedo con la invocación Shadow de Klarth y con Big Bang de Arche. Mint es de support para curarte, y Chester y Suzu no son tan potentes y espectaculares, pero destacan en otros aspectos como la velocidad, la cual es clave en este encuentro.


El combate tiene battle theme propio, que es la cosa más triste y lenta que he escuchado jamás en un Jefe Final. Sinceramente, no parece un final battle theme, parece la música del típico pueblo arrasado donde ya no queda nadie vivo.


Dhaos ha sido derrotado por tercera vez, pero sigue en pie, cabizbajo, pero en pie. Los personajes se preguntan si de verdad todo ha terminado (no me jodas que hay un cuarto combate xD) pero Mint se adelanta de nuevo y comenta que Dhaos ya está...


¿Ya está muerto? ¿Ha muerto de pie como Benkei? Hubiera estado bien, pero no. Enseguida, Dhaos toma la palabra, demostrando que sigue con vida. Mint vuelve a preguntarle el motivo por el cual no les atacó en el pasado, y en esta ocasión sí se digna a responder. Sin embargo, cuando nos lo va a contar, salta un pantallazo en negro y aparecen los personajes delante del árbol, cuando ya ha pasado todo, y están deliberando sobre si es cierto o no lo que acaban de escuchar.


Por suerte, no nos quedamos sin la explicación entera. El narrador nos lo cuenta. Al parecer, el planeta del que viene Dhaos se quedó sin maná. Entonces vino a este planeta para intentar conseguir una semilla del árbol, y así poder plantar uno nuevo en su planeta y salvarlo. Pero los magitech consumían mucho maná y por tanto frenaban su plan.

Recordemos que magitech aquí no es como en Final Fantasy VI. En este juego, es la tecnología que permite a los humanos usar magia. Sabiendo el mal que provocan en el mundo, Mint decide crear una barrera alrededor del árbol para que no salga maná al exterior y que así, termine naciendo la semilla.


Con esto, Dhaos puede descansar en paz, y también ellos mismos han acabado con la magia en el mundo. Todos se despiden de Suzu, pues es la única original de ese tiempo, y vuelven al presente. Una vez allí, se despiden de Arche y Klarth, que vuelven al pasado, su tiempo original. Cada personaje vuelve a casa con la tristeza de saber que no volverá a ver a muchos de los demás miembros del grupo, pero con el recuerdo de la aventura que han vivido.


Para terminar, Martel crea una semilla con el cadáver de Dhaos, y la manda hacia su planeta natal. Créditos y fin.


Es triste, pero lo que pasa en este final pasa muchas veces en la vida real. Por no sentarse a hablar las cosas, personas con un objetivo común se matan entre ellas intentando llegar al mismo sitio cada cual a su manera, y luego, eso sí, honramos tu memoria haciendo eso que podríamos haber hecho desde el principio sin que le costara la vida a nadie.

Al menos es un detalle que envíen la semilla al planeta de Dhaos, pues ellos no tienen culpa de nada de lo que ha hecho Dhaos en la Tierra, por mucho que haya sido en su nombre.

Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre

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