domingo, enero 29, 2017

Ese Gran Final... Pikmin 3



Han pasado más de diez años desde que terminé Pikmin 2, y a pesar de lo que amo esta saga, nunca he sido capaz de volver a jugarlo, precisamente por culpa de su final. No es que fuera malo, ni tampoco es que fuera extremadamente difícil. Simplemente, transmitía una sensación estremecedora. No quiero dar muchos detalles porque todavía tengo fe en que algún día lo vuelva a jugar y terminé llegando aquí, así que seré breve, pero si alguien no quiere spoilers del 2 puede saltarse el siguiente párrafo.

Básicamente el Jefe Final tenía la posibilidad de hacer ataques elementales de todo tipo. Cuando lanzaba el ataque eléctrico los Pikmin morían al instante y no había nada que hacer, pero cuando les quemaba, ahogaba o envenenaba, la cosa era muy distinta. Los pikmin comenzaban a agonizar gritando de dolor y tú tenías la posibilidad de salvarlos con el silbato (aunque no entiendo como ayudaba el silbato a quitar el fuego o el veneno, pero bueno, era así). En aquellos momentos, el enemigo daba igual, lo único que importaba era salvar a los pikmin para no tener que seguir escuchando aquellos gritos de sufrimiento y muerte. Y cuando alguno se consumía por el fuego o se ahogaba, ya no lo había matado el jefe, era culpa tuya, que no habías podido salvarlo. Aterrador. Completamente aterrador, y seguramente una de las cosas que más me ha retrasado con el título de WiiU sea el miedo de encontrarme ahora en una situación tanto o más aterradora que entonces. Pero bueno, es la hora, y sea lo que sea, hay que superarlo.

Aterrizamos en la última zona. No hay frutas, tan sólo la señal de Olimar un poco más adelante. Seguramente no pueda cargarme al Jefe Final a la primera sea como sea porque requerirá una distribución específica de Pikmins de varios tipos así que de momento vamos para adelante a ver que nos encontramos y luego ya pienso como reventarlo.

Cerca del lugar de aterrizaje hay una nota de Olimar, dice que ha encontrado algo dorado y brillante. Parece que tendremos premio gordo al terminar el juego.


Comenzamos a subir el árbol hasta encontrarnos una extraña escena. Olimar está en el suelo, inconsciente, y una cosa extraña de color dorado le observa. ¿Qué cojones es eso? ¿Flubber? ¿Eso es el Jefe Final? Desde luego no es para nada lo que tenía en mente, ni tampoco se parece a sus predecesores en juegos anteriores.


Cuando nos acercamos, el bicho se asusta y... ¡se come a Olimar! ¡No es Flubber, es Majin Boo! Supongo que ahora se transformará en un Olimar gigante de oro y ese será el Jefe Final.

Pues no. El bicho dorado se convierte en una esfera que encierra a Olimar en su interior, pero no se mueve, ni ataca. Da la impresión incluso de que quiere protegerlo, pero igual ya eso es mi imaginación.


Se acaba la presentación y pasamos a la acción. Los Pikmin atacan a la esfera, que cae inmediatamente. Apenas tiene vida ni ofrece ningún tipo de resistencia. La esfera se rompe, creando un charco de líquido amarillento (parece pis...) y el cuerpo de Olimar cae al suelo. Mandamos a los Pikmin recogerlo pero andan en círculos, no saben a donde ir.


Si no recuerdo mal, esto ocurre cuando el camino de vuelta está cerrado. No lo he comentado antes porque no me ha parecido importante, pero para llegar hasta Olimar había que dejarse caer por un saliente de la rama del árbol y ahora no se puede volver por el mismo sitio. Los personajes conversan y llegan a la conclusión de que hay que buscar otro camino, y los Pikmin simplemente seguirán al líder. Pero vamos, me extraña mucho que sea así de simple.

Entramos al interior del árbol, de camino de nuevo a la nave, cuando las gotas de pis que se han desperdigado antes vuelven a juntarse para formar otro Flubber gigante, sólo que ahora es amarillo translúcido y tiene un cubo de oro (o de pirita) en su interior.


El Flubber nos persigue, o más bien, persigue a Olimar, pero se comerá a todo aquello que encuentre a su paso. Vamos avanzando y encontramos diferentes obstáculos en nuestro camino. Muros de cristal, puentes de esos que hay que juntar las baldosas, y enemigos que requieren cierto tipo de Pikmin para ser derrotados.


Sin embargo, por lo que parece, todos esos obstáculos deben ser atajos, porque hay un camino que puedes seguir independientemente del tipo de Pikmin que lleves. Únicamente un muro de barro bloquea el paso, y eso se puede destruir con cualquier Pikmin.


Durante el avance, podemos observar cómo se comporta el Flubber al interactuar con otros seres. Cualquier enemigo que entre en contacto con el Flubber muere instantáneamente. No obstante, los Pikmin no tienen el mismo destino. Si alcanza a alguno, se quedan flotando en su interior. Realmente a efectos prácticos es como si muriesen porque no los puedes usar, pero bueno, debido a mi trauma con el final de Pikmin 2 me alegro de que sigan con vida xD

Genial, el Flubber me acaba de hacer el lío. Me han obligado a dar un rodeo para salvar una elevación del terreno y llegar a un muro, y el cabrón como es gigante se salta la elevación de terreno y viene directo. Menuda masacre...


He tenido que irme por donde había venido y luego dar un rodeo para dejarle lo suficientemente lejos como para derribar el muro tranquilamente. Habré perdido casi medio día con la broma...

Continuamos avanzando, de nuevo derribando muros por no llevar más clases de Pikmin, pero la verdad, tampoco me queda nada claro si esos otros accesos realmente aportarían tanto como pretenden aparentar. No creo que rompa el muro de cristal con los Pikmin pétreos o construya el puente con los azulejos y ya directamente llegue a la nave. Teniendo en cuenta que tienes un tiempo limitado cada día, seguramente lo que ahorres por un lado, lo pierdas por el otro parándote a hacer esa actividad opcional en lugar de seguir de frente.

Y llegamos a un detalle interesante, ¿qué ocurre si Flubber coge a Olimar? Desgraciadamente, entre tanto obstáculo, y teniendo en cuenta que si llamas con el silbato sin querer a los Pikmin que lo cargan, lo sueltan, me ha terminado pasando.

Cuando Flubber se hace con el cuerpo de Olimar, pierde ese tono pis translúcido para recuperar el color oro opaco. En ese instante, intentará huir, y debemos intentar abatirle como ya hicimos con la esfera. Entiendo que si consigue escapar, simplemente regresará al punto inicial, pero sinceramente, no tengo ganas de comprobar si lo que estoy diciendo es cierto o no. Ah, y una nota al pie: en el momento en que se vuelve opaco, todos los Pikmin que hubiese atrapados en su interior, mueren.


Tiene la misma vida que cuando lo destruimos por primera vez, pero ahora sí que ofrece resistencia. Sumado al hecho de que huye, también se defiende con ataques elementales. Primero incendió toda la superficie de su cuerpo y me reí de él por haber elegido Pikmin rojos, pero después se volvió transparante y no me di cuenta de que en realidad se estaba defendiendo con una capa de agua hasta que vi como se ahogaban todos los Pikmin que lanzaba. De momento van esas dos, pero seguro que tiene más formas de defenderse.

Cuando le quitas toda la vida, vuelve a romperse, y el núcleo de oro queda suspendido en el aire. Inmediatamente, la vida comienza a rellenarse. Efectivamente, sólo es algo temporal. Hay que recoger el cuerpo de Olimar y largarse pitando otra vez.


La cosa se complica. Después de todo esto hay una cueva que ya no es un simple pasillo. Es una mazmorra final en toda regla con sus puzzles y sus historias. He intentado tirar de frente hasta encontrar una salida y al final sales en un punto anterior. Dando vueltas a lo tonto se me ha ido el día.

Amanecer del segundo día (final, claro). Esta vez he cogido azules que en la cueva eran necesarios y pétreos para reventar todos los cristales que haya. Olimar está en el punto de inicio, por lo que se confirma la teoría de antes, y todos los muros que hayamos derribado se mantienen así, por lo que podemos ir a la cueva casi directamente.

Lo primero es construir un puente con baldosas, para lo que necesitaba los pikmin azules, que llevan las baldosas por el agua y tardan menos. Pero, ¡sorpresa! Al tratar de cruzar el puente, otra vez estaba en una zona elevada y el cabrón ha vuelto a escalar y me lo encuentro de frente.


Genial, más problemas. Después de dar otra vuelta enorme para despistarle y poder cruzar el puente, resulta que es un callejón sin salida. Para avanzar hay que encender las bombillas de toda la cueva, que activan unas plataformas mediante a unas flores fotosensibles, y no he traído pikmin amarillos xDDDD Por suerte el juego es simpático y hay flores de esas para cambiar el tipo, pero entre que lanzas los pikmin, la flor los escupe, germinan y los recoges ya se planta otra vez el Flubber (le podrían haber puesto nombre, por cierto) y hay que salir pitando. Resumiendo, se me ha vuelto a ir el día.


Vale, ya sin tonterías, 20 de cada y fuera. Si quiero seguir con la gracia del Majora, ahora debería poner Amanecer del Día Final, pero no tengo nada claro yo esto. De todas formas, dejando a un lado lo mal que me lo estoy montando, puto Flubber, como da por culo. No es para nada lo que esperaba pero no puedo decir que esto esté mal planteado. Y todavía no sabemos si habrá combate contra Flubber después, aunque con todo esto, no creo, pero saberlo, no lo sé.

Bueno, parece que mi trabajo no ha sido todo en vano. Para alcanzar la última bombilla era necesario encender las otras dos primero, y encima tienes que hacer un combinado, es decir, lanzar a un miembro del party como si fuera un pikmin a una zona inalcanzable a pie, también a unos cuantos pikmin para que pueda usarlos, cambiar de miembro del grupo y entonces activar la bombilla con los amarillos.


Esto abre una nueva senda a través de las flores fotosensibles que te lleva a... ¡otro muro! Y ahora no tengo el party de 100 pikmin rojos como antes. Si es que me sale todo al revés jaja... Pero bueno, aunque han tardado un poco más, ha dado tiempo a que lo derriben y salir pitando, casi al límite, pero ha dado tiempo.

Seguimos adelante y llegamos a la salida de la cueva. Parece que esto se acaba porque ha saltado una escena. El Flubber se atasca en el agujero de la cueva y revienta, recuperando su forma original del primer encuentro.


Parece que el bicho se cabrea y decide absorber a Olimar por la fuerza, convirtiéndose en un gigante como vaticinaba al principio de la entrada, sólo que no con la forma de Olimar, sino manteniendo la suya propia. Personalmente, este detalle sí que me cabrea un poco, porque da a entender que todos mis esfuerzos durante estos tres días de juego protegiendo a Olimar han sido en vano. ¿Para qué me piden protegerle si al final lo va a absorber igual? Joder, coge a energía del Sol o invéntate cualquier excusa para volverte gigante como represalia por no haber podido atrapar a tu presa, que no va a ser más inverosímil que cualquier otra faceta del juego, pero no eches por tierra todos los dolores de cabeza que me ha dado esa maldita persecución, porque molesta.


A cambio, el lado positivo os lo podéis imaginar todos, y es el hecho de que tenemos Batalla Final, cosa con la que yo a estas alturas ya no contaba. Al igual que antes, Flubber no tiene resistencia contra ningún tipo de pikmin en espacial, así que a darle por todos lados con lo que tengamos.


Ahora es el momento de usar todas las pociones que he estado guardando durante todo el juego. Esas que hacen que los pikmin parezcan bengalas de socorro. Lo que se me ha pasado es cambiar el party y coger solo pikmin rojos, ya que estamos al lado de la nave y uno se puede salir del combate sin ningún problema y cambiar o coger los pikmin que estime oportuno.

A media que le vamos bajando la vida (vida en dorado, por cierto) su cuerpo se va separando y quedan los charcos dorados dorados que vemos en la imagen. Poco a poco, el cuerpo general se va haciendo más y más pequeño a medida que causamos más daño.


En cuanto llevas unos pocos segundos atacando, Flubber escupe el núcleo. Ese mismo cubo que nos atacaba antes lo vuelve a hacer ahora, y el primer detalle que tiene es utilizar el ataque eléctrico para demostrarme que puede hacer todos. Con esto he descubierto que este juego los pikmin no mueren automáticamente si son electrocutados, como pasaba en las dos primeras entregas, ahora tienen el mismo tratamiento que los otros elementos, se quedan agonizando y tienes la oportunidad de salvarlos si los haces reaccionar a tiempo con el silbato.


Cuando el ataque el núcleo ataca, Flubber lo reabsorbe, junto a todos los charcos que haya por el suelo, y recupera parte de la vida. Yo no entendía nada de todo esto hasta que se me ocurrió recoger las pistas que hay por el suelo. Los charcos dorados hay que destruirlos manualmente, o vuelven al cuerpo original, prolongando el combate.

Vaya... Se me ha acabado el día en medio del combate u_u y encima sólo me queda una poción. Debería haberlo previsto y guardarlas para ahora, ya que seguramente toque empezar desde el principio, pero la verdad es que si no se hubiese recuperado la vida creo que me habría dado tiempo a terminar con él. Al menos ahora puedo hacerme el party de rojos y reventarle directamente.

Anda, que detalle, Flubber te está esperando en el mismo sitio al día siguiente, al lado de la nave, no hay que repetir lo de la cueva otra vez, menos mal, y también te respetan la vida. Aparece con la vida que le dejaste el día anterior. Eso personalmente preferiría que no ocurriese pero como he gastado las pociones a lo tonto y no voy a poder enfrentarlo en plenas condiciones me callo.

Al igual que pasaba durante la persecución, cuando el núcleo queda expuesto puedes destruirlo para que cese su ofensiva, y encima he tenido la suerte de que ha hecho el ataque de fuego jaja


Pero la vida le baja y como todo buen Jefe Final, se le empieza a ir a olla. De entrada, la velocidad a la que engulle pikmin se eleva considerablemente, y ahora cuando escupe el núcleo no hace un sólo ataque, ¡hace los tres! El de fuego, el de agua y el eléctrico. También tiene uno que se vuelve un cubo de cristal, lo ha hecho un par de veces durante el combate, pero por algún motivo no lo añade a su ofensiva definitiva. Sólo le faltaría el ataque de veneno, pero como en este juego no salen los pikmin blancos es normal que no lo tenga.

Acerca del sufrimiento de los pikmin, aquello que tanto temía, la situación no es ni parecida a la de la entrega anterior. No voy a matizar más diferencias porque quiero contarlo en la propia entrada de Pikmin 2, que algún día llegará aquí, pero simplemente por las imágenes podéis ver que incluso cuando hace el ataque triple, la zona es suficientemente amplia como para escapar. Además, cuando suelta el núcleo, tienes un par de segundillos hasta que inicia el ataque elemental, suficiente para hacer un barrido con el silbato y alejar a todos, o a casi todos más bien, evitando que esto se convierta en un campo de concentración lleno de víctimas agonizando despavoridas.


El propio Flubber también da todo de sí mismo. Mientras los ataques elementales están activos, se dedica a flotar unos segundos en el aire y hacer el Gomu Gomu no Gatling de Luffy para pillar pikmin y zamparselos. Además, ya casi no cae al suelo líquido dorado, por lo que no hay charco que puedas destruir, y cada vez que reabsorbe los núcleos se recupera prácticamente toda la vida que le hayas podido quitar en la última ofensiva.

Segunda vez que intento rematarle inútilmente y nada, se vuelve a recuperar. Le queda menos vida de la que se ve en la imagen anterior, pero el cabrón no cae, sigue resistiendo. Me voy a imaginar que le hago un Twin Bird Strike y a por él otra vez. ¡¡¡Vamooooooos, terceraaaaaaaaa!!!

¡CAYÓ! ¡Al fin! Madre mía que aguante. No lo tenía nada claro, la verdad. Menuda batalla. Salta una escena en la que Flubber se desmorona y acaba convertido en un charco dorado más, perdiendo su cuerpo.


Recuperamos el cuerpo de Olimar, que queda libre de nuevo, y enseguida empieza una conversación en la que Olimar se disculpa por el comportamiento de su compañero, y además entrega la llave turbolumínica a sus dueños, por lo que finalmente puedes regresar todos a su planeta.


Charlie ofrece a Olimar dejarle en Hocotate, ofrecimiento que Olimar acepta gustosamente, y todos parten en la nave. Como es habitual, los pikmin salen a despedir a los personajes. Lo curioso, aunque no me ha dado tiempo a hacer la captura, es que también sale Flubber. No ha muerto, simplemente le hemos debilitado y al rato se recupera pero entiende que debe dejar de molestarnos.


Finalmente, aparece un mensaje del narrador explicando que gracias a la fruta que han recogido, pudieron ayudar a la gente de Koppai, pero que si no utilizan bien los recursos, la situación sólo será temporal. Un bonito mensaje de advertencia medioambiental para terminar el juego Fin.


Increíble. Después de esto ya no me arrepiento de tener WiiU. Es sin duda el único juego que aprovecha verdaderamente las características de la consola, y además es fiel a sí mismo desde el principio hasta el final. Jugablemente, es final es absolutamente perfecto. Tienes tu mazmorra final, tus puzzles, la presión del tiempo propia de la saga, una gran batalla, y encima esta vez no deja trauma jaja. Desgraciadamente, como en la inmensa mayoría de sagas de Nintendo salvo The Legend of Zelda (y aun así según qué juego) de la parte argumental no se puede hablar tan bien. Puedo entender que no tenga una carga argumental elevada, en ningún momento pretendo que un juego de Nintendo se convierta en Zero Escape o en Gyakuten Saiban, pero se podían haber hecho las cosas mejor, mucho mejor. Hemos llegado al punto en el que ni siquiera se han dignado a ponerle nombre al bicho, cuando todos los seres vivos del planeta los bautizan los personajes la primera vez que los ven, y he tenido que ponerle nombre yo solo para poder referirme a él de una manera más cómoda. No han explicado ni qué es ni de donde sale, ya que no es un ser vivo que puedas atribuir a la fauna propia del planeta como podía ser el Jefe Final del 1, y sobre todo tampoco han explicado la razón por la que sentía esa atracción por Olimar. No parecía querer hacerle daño, simplemente es como si estuviera enamorado de Olimar o lo viese como un trofeo, no sé, como no lo han explicado cualquier especulación se puede dar por válida. Igual era la llave turbolumínica que tenía encima lo que le atraía, pero eso, no lo sabemos. Igual con esos detalles tampoco sería perfecto del todo, pero por lo menos casi perfecto sí. Sin ninguna duda. Igual en la próxima entrega nos sorprenden, no pierdo la esperanza.

Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre

2 comentarios:

  1. Ojalá no haya que esperar 10 años para ver continuación, porque este juego fue excelente. Has reseñado el Kid Icarus de DS? Otro juego al que le sacan continuaciones muy de vez en cuando.

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    Respuestas
    1. No, pero me apunto la recomendación ;) Tiene que tener un efecto 3D fantastico.

      Sobre Pikmin 4, no se si leí hace poco que Miyamoto había dicho que estaba casi terminado. Igual lo han cancelado en WiiU para pasarlo a Swicth y lo tenemos pronto, aunque de verdad es una pena porque ha sido el único juego que de verdad ha aprovechado WiiU en condiciones.

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